11 enero 2015

Relaciones de excitación y reacción: Manuel Sanchis Guarner y la arquitectura popular. por Miguel del Rey


Relaciones de excitación y reacción: Manuel Sanchis Guarner y la arquitectura popular

* Extracto de la conferencia dictada por el autor en el Curso de la UCE en Prada año 2010 en el homenaje a D. Manuel Sanchis Guarner por el centenario de su nacimiento,
* Publicado en lengua valenciana en el n2 de la Revista Riuraulogia, Estudios de los Riurau y de la Arquitectura Rural, 02-2013


"El nexo entre la tierra y el hombre no es fatalista; no es ninguna relación de causa efecto, sino de excitación y reacción ". Este razonamiento que valora particularmente la cultura se repite en los libros del profesor Manuel Sanchis Guarner. Lo podemos ver en su primer obra: “La llengua dels valencians", y también, a su primer estudio de arquitectura popular, en la introducción a los “Molins de venta a Mallorca". Puede ser la primera razón para trabajar un lingüista en un campo tan específico, el de la cultura popular, la búsqueda de los vínculos más atávicos, los que se pueden encontrar en el mundo rural.
Esta razón, razonamiento que se puede complementar con la afirmación sobre la casa payesa que entiende "... edificada con los recursos locales, según procedimientos seculares, sin influencia exótica, revela el fondo indígena y milenario del alma colectiva "son desde mi perspectiva, los ejes de un discurso amplio, abierto y rico intelectualmente; el discurso de Sanchis Guarner entorno a la arquitectura popular y el paisaje construido por el hombre con su actividad.
A partir de estas premisas se desarrolla la labor del profesor en el campo del estudio de la arquitectura popular, que se centró en dos grandes trabajos: la publicación de los libros Los molinos de viento mallorquines y Las barracas valencianas. Además de la construcción de las voces: Barraca, Mas, Alquería, Tanyada, Riurau, Coberta, etc, en los diccionarios hechos, bajo la dirección de Francisco de Borja Moll, a lo largo de los años 30 y 40 del siglo pasado. Sin olvidar las observaciones en torno a la arquitectura que aporta a su gran obra La Ciudad de Valencia publicada ya mucho más adelante en el tiempo.
En esta tarea podemos distinguir un interés particular en:
- El conocimiento directo de la cultura popular del país. Interés por la lengua que lo hace recoger las palabras y palabras propias de una cultura, en particular del mundo rural. Curiosidad por la literatura, por el conocimiento de lo publicado, de buscar relaciones entre los diversos autores -una semilla propia del erudito que siempre fue-.
- La voluntad de conocer las palabras y las variaciones locales; disciplina que depender de sus profesores en Madrid, todos ellos influidos por las líneas que devienen de las escuelas alemanas que unos años antes fueron revolucionar el conocimiento, en particular la lingüística, la etnografía y la arquitectura, y nos dejaron una importantísima documentación una cultura toma unos pocos años antes de la transformación social, cultural y económica que la hizo desaparecer.
- Una relación a veces compleja con el trabajo de campo, debida, en parte, a su condición de exiliado en Mallorca, ciudad donde escribió el libro sobre la barraca valenciana. Libro que incluye unas imágenes prestadas en la mayor parte, lo que nos informa de la poca capacidad de movimiento que Manuel Sanchis Guarner tenía en ese momento, además de la precariedad de medios para elaborar el trabajo.
- Importancia de la cultura, la técnica, el lenguaje y también del hombre que habita y construye la arquitectura; cuestiones que, todas juntas, juegan un papel fundamental a la hora de configurar la casa: el lugar cultural por excelencia. En esta cultura tradicional se conservan las formas, tanto las lingüísticas como las constructivas; vincular las palabras con las formas y las cosas tiene un gran valor, ya que nos habla del origen de las formas, de las transformaciones dialectales, etc. Planteamiento que incluye a la vez la capacidad de transformación en estas sociedades dentro de una cultura basada en la mímesis, en la tradición.
- Además de una decantación no determinista en la arquitectura y en las relaciones con el entorno cultural, cuestión que nos permite aproximarnos a una concepción relativamente moderna del paisaje, donde la idea de transformación, "de excitación y reacción ", como él dice, muestra una visión, podríamos decir, de actualidad
Este pensamiento se desarrolla en sus dos libros; unos estudios bien razonados, donde hace un compendio de todo lo que en ese momento se conoce en torno a estas manifestaciones de la arquitectura popular. Es posible que sean los primeros libros científicos modernos sobre nuestra arquitectura popular; libros estructurados a partir de un conocimiento lógico y erudito, que se sale completamente del localismo tradicionalista, para entender el folclore como una rama del conocimiento y no como una mera identificación local. Dos libros que publica la editorial Barcino entre los años 1955 a 1957; una época en la que habitaba en Mallorca, translocado por el franquismo; dos libros desde los que construir estas reflexiones.

La biografía de Manuel Sanchis Guarner relativa al trabajos sobre la arquitectura popular
No es el lugar para hacer una biografía de MSG, queremos sólo reseñar que se formó como filólogo e historiador en el Centro de Estudios Históricos de Madrid, donde fue discípulo de Menéndez Pidal, Navarro Tomás y Américo Castro, entre otros.
- En 1933 Colaboró en el ALPI ("Atlas Lingüístico de la Península Ibérica"). Publicó La lengua de los valencianos.
Max Thede, esquemas de barracas

- El 1936 se incorporó al equipo de encuestadores del "Atlas Lingüístico de la Península Ibérica" y recorrió los Países Catalanes para hacer las encuestas para la parte catalana de la obra mencionada.
- Entre 1939 y 1943 dependió del alemán al Campo de Concentración de Monteolivete, en Valencia, donde tradujo la obra de Max Thede "Die Albufera von Valencia", haciendo un ejercicio de aproximación real a los discípulos de la escuela de ‘Hamburg.


- De 1943 a 1959 residió en Mallorca, donde ayudó al gran filólogo mallorquín Francesc de B. Moll, en la confección del Diccionario Catalán-Valenciano-Balear, que había iniciado Alcover. En aquellos años también siguió trabajando en la historia lingüística y literaria valencianas, con libros como "Introducción a la historia lingüística de Valencia" (1949), que prologó su maestro, Menéndez Pidal. Desde 1950 formaba parte de la Institución Alfonso el Magnánimo.
- Hasta 1959 vivió en Mallorca ejerciendo de profesor de idiomas y colaborando muy eficazmente en la redacción del Diccionario Catalán-Valenciano-Balear. También en aquel entonces hizo las últimas encuestas para el "Atlas Lingüístico de la Península Ibérica" mencionado y fue encargado de preparar la publicación de esta gran obra dialectológica, el primer volumen de la que fue presentado en el Congreso de Filología Románica de Estrasburgo (1962).
En el capítulo segundo de su libro sobre los molinos de viento en Mallorca -1955, nos habla de su interés por esta arquitectura y las razones que lo llevaron a estudiar estas manifestaciones de la cultura popular, las cuales valora particularmente, llamándolo en el su lenguaje de hace 63 años como "elementos pintorescos, o manifestaciones del folclore del país"; elementos que hoy se han desvelado esenciales para la construcción del paisaje, por lo que, hoy se denominan "elementos caracterizadores del paisaje", visto el cambio que en el tiempo han tenido las palabras, que, como muy bien dice MSG , hay que atenderlas en el momento social y temporal en que son usadas.

Conceptos hora de estudiar la arquitectura popular.-
Veamos lo que dice el primero de los epígrafes de uno de los libros, Los Molinos en Mallorca:
- Sobre el "Tipismo": lo que individualiza un lugar y una gente, es eI conjunto de formas tradicionales de cultura popular, subordinadas a los acontecimientos históricos, a las condiciones geográficas y la economía social.
- De la "cultura popular material" dice que es más que un simple motivo de pintoresquismo: incluye una técnica, una nomenclatura, ya menudo también unas creencias, unos refranes, unas canciones, elaborados por los agricultores y artesanos de cada país, arraigados en la tierra cultivada, aferrados a la tradición, refractarios a las innovaciones de la civilización.
Incluye aquí una cuestión muy actual: la diferencia de dos conceptos necesariamente próximos ya la vez tan diferentes como son cultura y civilización.


- La cultura, cercana a la tierra ya los mitos y ritos que se han construido a lo largo del tiempo, cercana a los hombres y mujeres que lo han construido con su esfuerzo callado y colectivo. La cultura habla de los individuos que forman una comunidad, de la manera de vivir, de comer, de trabajar, de sus ilusiones y creencias. Está directamente vinculada a la tierra donde nace. Lo rural, en este caso, es paradigma de la cultura, ya que nos acerca a los orígenes, a los ancestros. Y la casa rural, el elemento básico de referencia.
- La civilización pertenece al mundo de las ideas, el pensamiento de los pueblos, siempre se desvincula de la tierra, su escenario es la ciudad, el ámbito de existencia, el Estado y su escala las naciones, los grandes territorios.
El conflicto entre rural y urbano, entre ciudad y campo, entre civilización y cultura, ha estado presente y ha marcado las relaciones entre la ciudad y el territorio. Podemos así entender el desinterés dentro de nuestra potente civilización contemporánea por la cultura rural, por lo atávico, por lo que une a la tierra, lo que tanto le interesaba a MSG; además de lo frágil que resulta el paisaje rural - y su cultura- frente a las transformaciones de la civilización contemporánea.

Sobre los métodos de trabajo en torno a la arquitectura y la cultura popular.-
Podemos observar en sus trabajos que nuestro autor se decanta teóricamente por referencias directas a la metodología de la escuela de Hamburgo. Dice sobre los métodos: "Varios filólogos, aplicando el método de investigación dialectal" Wort und Sachen ", en la que el vocabulario es estudiado en su íntima relación con la cultura popular material, se han ocupado de los molinos de viento baleáricos, poniendo la geografía lingüística y la historia cultural en estrecho y fecundo contacto ". Pero en sus publicaciones podemos constatar que él no utiliza directamente este método. MSG tiene muy en cuenta lo publicado, pero no aporta un trabajo de campo inédito que garantice esta metodología -cuestión básica en esta disciplina tedesca-.




En su inigualable labor se decanta por la semilla cerca de un erudito, de un investigador curioso que, poco a poco, recogiendo aquello que conoce de la sociedad en la que vive, aquello que ha hablado con otras personas. Apoyándose en un trabajo de recopilación y reinterpretación de aquello que otros han fotografiado en ocasiones, o redibujando, las fotografías de anteriores trabajos.
Se podría decir que se trata de la tarea del curioso conocedor de lo publicado ya la vez interesado por desvelar lo que conoce de su experiencia personal. Centrado en su verdadera pasión por los libros, por la bibliografía, por las palabras y por la vida de ellas y de cómo las personas las utilizan. El conocimiento de las fuentes documentales y su naturaleza curiosa, le permiten relacionar la información que recibe de muy diversas fuentes, información que contrasta con su saber personal, con su experiencia vital con el pueblo; pero el hecho de no disponer de libertad de movimientos, de medios, o de una infraestructura básica, en aquella época de penuria, hace que la toma de trabajos de campo no esté al nivel de lo otro, de su capacidad de acceso a materiales bibliográficos de primera mano. Y es aquí donde se mueve muy bien el maestro, con una amplia referencia bibliográfica donde destacan filólogos y folcloristas locales, particularmente: El archiduque Luis Salvador, su compañero Francesc de B. Moll, Friz Kruger y los discípulos de la escuela alemana , entre los que estaba el joven Max Thede, y por supuesto Menéndez Pidal, Violant i Simorra y Julio Caro Baroja, su maestro.
Así pues, entiendo que sus trabajos pertenecen más al mundo de la erudición, que a la doctrina del pensamiento de la lingüística y la dialectología de unos años antes.

Els Molins de Vent a Mallorca



Es el primero de los libros que publica sobre este tema de arquitectura popular y con él comienza la relación con la editorial Barcino, 1955. Se trazado un opúsculo de 57 páginas de 19 por 13,5 cm, editado en rústica con una información gráfica importante, en la que se mezclan fotografías, dibujos y láminas de pinturas sobre temas propios de la obra. Junto a las imágenes del autor, fotografías y algunos esquemas y dibujos; en general, aporta láminas de Francisco. Moll, de Miquel Fullana, algunas de Julio Caro Baroja, etc. y las fotografías de Tous, de la editorial Roco, y el álbum Maravilla. Es de destacar la ausencia de planimetría, no aparece ni un solo plano de los molinos ni de las relaciones con sas posesiones o el territorri.
Sobre los molinos piensa, y esa es la razón del libro, que estos artefactos son algo más que el motivo para una fotografía, un cuadro o una viñeta de decoración folklórica. Interesaba estudiar su técnica, recoger el vocabulario de ese mundo y esa técnica; había que entrar, ver cómo funcionaban, hablar arnb los molineros, registrar las características de esta industria popular, antes de que perdiera la vitalidad, compararlas con las de la industria de los otros países, y determinar cuáles son las diferencias .
Incluye un primer capítulo sobre los molinos como elementos caracterizadores del paisaje mallorquín, con una cita de Pío XI que hace referencia a unos peregrinos y sacerdotes mallorquines que cincuenta años atrás habían pasado, ocasionalmente, por la bahía de Palma, con estas palabras: "ebbene, figlio, esistono ancla Quelli bianchi Mulini "
Termina el capítulo con una cierta nostalgia de los molinos: "Ninguno de ellos se conserva ahora en actividad, y tampoco no queda ya ninguna entero. En Palma sólo hay uno restaurado ....... es seguro que la mayoría de los mallorquines jóvenes desconocen el funcionamiento de los antiguos molinos de viento “.

El segundo de los capítulos habla del interés por los estudios de cultura material popular -como ya hemos hablado antes-, pero es interesante insistir en el tema, porque se trata de la parte teórica más importante. Incide en la idea de que por "cultura popular material" no debe entenderse un simple motivo de pintoresquismo. Más bien se trata del conjunto de una técnica, una nomenclatura, ya menudo también, unas creencias de un lugar y un país, aferrados a la tradición,
En este capítulo entra de lleno en su mundo, en la bibliografía, aquí encontramos el trabajo de un erudito con conocimiento de las últimas publicaciones en torno al tema en cuestión: la primera es la refencia a la monumental obra "Die Balearen" del archiduque Luis Salvador (Würzburg und Leipzig 1897). También el investigador sueco Peter Rokseth dedica a la molturación un capítulo de su excelente libro "Terminologie de la culture diciembre céréales el Majorque" (Barcelona 1923), también en el estudio sobre los molinos de viento portugueses del maestro alemán de la dialectología y la etnografía románica Fritz Krüger, Notas etnografico-lingüísticas da Póvoa de Varzim "Boletín de Filología, IV-1936". Además de otros investigadores de la Escuela tedesca, así como al "Boletín de Dialectología Catalana"; se excusa diciendo que "No he podido consultar el trabajo de W. Schaffer, Methodische Fragen eur Windmühlenforschung (Volkswerk I943. E35)"
El resto del libro es una descripción minuciosa de las partes y del funcionamiento de los molinos, así como un estudio comparativo de los diversos tipos de molinos ibéricos.

Les Barraques Valencianes 

Este segundo libro sobre el tema rural, editado por Barcino en 1957, de 94 pp., Sigue los rastros de su obra anterior. Se reeditó en facsímil en Valencia en 1999, por la Institución Alfonso el Magnánimo.
Es un libro de edición y formas modestas, pero un libro esencial para el conocimiento de una de las arquitecturas populares má interesantes y características de nuestro país: la barraca. Una construcción y un tipo que expresamente se adentra en el tiempo y nos transporta a los orígenes de nuestras culturas; en el origen de las palabras, del habitar, del refugiarse como acción primera y necesidad básica de la persona, donde se encuentran muchos paradigmas del lenguaje.
El gran valor de esta publicación, desde mi punto de vista, ha sido ser un libro muy disciplinado que recoge todo lo que hay en ese momento en torno a la Barraca. Valore particularmente el índice y la manera en que describe la arquitectura, el espacio y la vida dentro de la choza; de manera que se puede, perfectamente, abarcar lo que es difícil de comprender: la acción cultural de una sociedad identificada con una manera de entender el hecho de habitar y la vivienda con la cosmología que lleva vinculada: palabras, lenguaje , formas, utillaje, estructuras espaciales, ordenación del territorio, etc.
El libro, de alguna forma, ha sido, en mi caso, modelo de una manera de trabajar. Y desde su ejemplo he intentado llevar a cabo mi tarea de estudio de la arquitectura rural, siguiendo e insistiendo en una máxima que él personalmente me aconsejó, en las pocas visitas que le hice a su casa de la plaza Canoves en Valencia, aquello que quizás le hubiera gustado incorporar a su libro: los dibujos y levantamientos de casas, de barracas, incorporando la diversidad existente de formas, con las medidas y las condiciones constructivas; el trabajo de campo de un arquitecto, que, de alguna manera, completa el trabajo del lingüistas.
Por supuesto, el capítulo de bibliografía es esencial en este libro, escrito desde la distancia, desde Mallorca, así se puede entender que inicia su libro citando Caro Baroja en su magnífica obra Los pueblos de España de 1946. Separa dos tipos de estudios: los intelectuales y los populistas. Agrupa los años dorados de estudios etnográficos sobre el tema: Mora, Martorell y Gosalvez, "La barraca de la Vega de Valencia" publicada el el Boletín de la Sociedad Central de Arquitectos de Madrid, 1917. Michavila en 1918 publica en el Boletín de la Real Sociedad de Geografía de España su obra “La barraca Valenciana". Martinez Aloy en 1920, Lampérez y Romea en 1922, Hugo Schuchardt en 1923 en la Revista de Dialectología Catalana.


En los años 30 hay también una fuerte incidencia bibliográfica con algunos de los mejores estudios:
Almela y Vives. The Cottage of Valencia 1920, el Diccionario CVB y en el Vocabulario popular del arte de la construcción de Francisco. Moll. Max Thede en "Der Haus" Dentro de su estudio "Die Albufera von Valencia". Casas Torres en el estudio Monográfico de la barraca de 1943, publicado un año después en su libro "La habitación y los Núcleos de población en la Vega de Valencia", Madrid, 1944. Violant i Simorra en el artículo "La Albufera de Valencia ei Suoi Pescatori "Milán, 1951. Y, por último, el mismo año -1951- estudio de Wilheim Giesen" Tipos de casas en la Península Ibérica” publicado por la Revista de Dialectología y Tradiciones Populares

Bibliografía:
- SANCHIS GUARNER, MANUEL (1957)  - Les Barraques Valencianes. Ed. Barcino Barcelona, 94 pp. (Valencia 1999)
-  Molins de Vent a Mallorca, Ed Barcino, Barcelona (1955).
- La Ciutat de València, València
- THEDE, MAX: (1933) “Die Albufera von València”. Eine volskundliche Darstellung. En Volkstum und Kultur der Romanen, VI Hamburg.
- Die Albufera von València, traducció valenciana de Robles i Sabater, Ferran. Publicada PUV 2009

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