Las oficinas y el pabellón de exposiciones en Nules construido entre los años 2000-2001 fueron un punto de inflexión de nuestra arquitectura, en la que Antonio Gallud tuvo presencia como arquitecto colaborador.
La tensión entre ambos cuerpos, las cualidades espaciales y tectónicas, la levedad y la masicidad, estabilidad e inestabilidad de las formas, crearon un juego del que nos satisfizo su experimentación y fue la base para futuras líneas de trabajo. Publicado en Arquitectura Viva / Madrid