Restauración de la Llotja del Cànem.
Un Proyecto de Miguel del Rey, Ignacio Fuster y Antonio Gallud, para la Universitat Jaume I de Castellò.
Primer Premio del Concurso de Proyectos. Foto de Maria Fabra
Podemos distinguir tres etapas en el proceso de construcción de la arquitectura que ha llegado hasta nosotros.
1.- Siglo XVII (1.606-1.617).- El momento primigenio es quizás el más atractivo más
atractivo e incluso una de las arquitecturas más brillantes del clasicismo en la ciudad de Castelló. Las dobles arcadas que se levantan
a ambos lados de la calle y la propia esquina, ejemplo elegante de la
arquitectura triunfante de los Austrias en su máximo esplendor en estas dos fachadas urbanas.En cambio, encontramos quizás momentos dubitativos, tanto en por
poca calidad de las fábricas de los muros medianeros, como en la estructura
portante del espacio central, cubierto quizás con
un sistema hoy inexistente de bóvedas poco ajustado a la arquitectura, construido
posiblemente a partir de un sistema de vigas en cruz y un pilar central del que no se ha
encontrado vestigio alguno y sobre el que quizás se apoyaría aquellas bóvedas,
de las cuales solo quedan los restos de revocos en uno de los muros medianeros.
El proyecto apoya la valoración de la estructura porticada de fachada y su
interés constructivo y formal, potenciando desde estos elementos una
arquitectura pública, abierta y diáfana, en la cual estilo y materia son
acordes a un fin: levantar un espacio urbano acorde a la dignidad de lo público
en el S XVII. Proporción, medida, austeridad, solidez, clasicismo, son en suma
las claves de un edificio capaz de seguir construyendo la ciudad y cobijando
nuevas andaduras desde lo público.
2.- Finales del S XVIII-Inicio del S XIX.- Representa esta fase el
primer gran momento de reformas y cambios estructurales del edificio, que
implica la adquisición del espacio construido actual.