
El primero, es un pequeño laberinto de Pleioblastus pigmaeus (bambú enano), de unos 30 cm. de altura, con el objeto de ligar entre sí todos los elementos del claustro. Este laberinto configura un recorrido que nos lleva al pozo, centro de las ideas, como final de recorrido, donde podremos depositar las nuestras y al mirar en su interior nos mostrará la imagen reflejada, tras la que se acumulan las ideas.