La intervención de consolidación y rehabilitación del
Castillo de Biar pretende, utilizando técnicas y materiales propios
para consolidar tapiales y mamposterías encofradas, estabilizar las fábricas;
además de poner en valor la arquitectura y el proceso de construcción que en el
tiempo ha tenido este recinto amurallado; facilitando a la vez, la lectura del
monumento desde distintas escalas: desde el interior, procurando una lectura
histórica de las distintas fases de construcción del propio castillo entre el siglo
XI y el XVI; mientras desde el exterior conservando el volumen último,
permitiendo desde la lejanía, divisar el perfil histórico del castillo.

Se han conseguido conocer, identificar, analizar la
naturaleza de sus fábricas y restaurar los elementos primigenios que
configuraron la cerca islámica del s XII, los diversos niveles de ampliación de
los muros hasta llegar a la máxima altura en las obras de los siglos XV o XVI;
además de hacer evidente la planta original, la inexistencia primigenia de
torres esquineras y la sucesiva incorporación de las mismas en las ampliaciones
y transformaciones del castillo, ya en época cristiana. Logrando poner en valor
todos estos elementos y etapas históricas dentro de un proyecto didáctico y
lógico, dentro de la disciplina de la restauración arquitectónica contemporánea.
En el núcleo urbano de
Biar se sitúa en la falda de una colina coronada por su Castillo. El paisaje de
olivos nos acompaña y sobre el destaca la silueta del Castillo recortado sobre
el cielo; imagen que forma parte de la memoria colectiva de los habitantes de
la zona y es un hito referencial en el paisaje. Al aproximarnos se empiezan a
ver los elementos que caracterizan al paisaje, se distinguen terrazas de
cultivo, caminos, el caserío, las masas arbóreas y, sobre todo, las murallas
del castillo y la torre del homenaje.

Desde el Norte vemos la
roca desnuda de un gran corte vertical que se funde con la muralla del castillo
y su torre. Desde el resto de orientaciones, las partes soleadas, se ve con
claridad el castillo con sus muros en posición dominante, a media altura se
sitúa un bosque de pinos que hacen de intermedio del caserío que asciende por
la ladera con su pequeña vibración de cubiertas interrumpidas por un cordón
verde huella del trazado de la muralla urbana de Biar.


El castillo tiene un doble recinto amurallado adecuándose siempre al
desnivel del terreno, con lienzos limitados por torres semicirculares y
coronado por la torre del homenaje, a la manera de torre celoquia emplazada en
el punto más elevado del recinto y formando parte de su perímetro defensivo.
Los lienzos del primer recinto están
construidos con mampostería y, sobre éste, se dispone un estrecho adarve con merlones y
troneras. Los muros del recinto interno, objeto de este proyecto, son de etiología
muy diversa, con fragmentos de tapiales y láminas de mampostería, con muy
distintas secciones y acabados diversos que incluyen adarves de distintos
anchos, restos de antiguos merlones y fragmentos de parapetos en algunos casos.
ficha técnica
Arquitectos: Miguel del Rey Aynat / Antonio Gallud Martínez / Carlos Campos González

Arquitecto Técnico: Rafael Pastor Ferrandis
Promotor: Ministerio de Cultura. Instituto del Patrimonio Cultural de España.
Supervisión IPCE: Aurelio Miguel del Hoyo
Empresa Constructora: ARTEMON
Jefe de obra: Juan Dueñas